Varias películas atraviesan el universo del Blues de manera directa o tangencial; y en muchos casos, se trata de verdaderas obras de arte. Vale la pena revolver en busca de estos tesoros.
En junio de 1929, en el barrio neoyorquino de Astoria, comenzó la filmación del cortometraje producido por W. C. Handy para su tema St. Louis Blues, estelarizado por la cantante Bessie Smith. El futuro había llegado: la máquina del entretenimiento y el Blues tienen una relación que lleva casi un siglo.
Lo primero que viene a la memoria cuando se habla de cine y Blues, probablemente sean dos películas de la década del ’80, que revitalizaron el vínculo del género con el público masivo:
The Blues Brothers (Los Hermanos Caradura), y Crossroads (Encrucijada).
The Blues Brothers -banda que combinó la parodia y el revival musical- fue fundada por los actores Dan Aykroyd y John Belushi, para el mítico programa televisivo Saturday Night Live; llegó al cine con una efectiva comedia, con la actuación de buena parte de la plana mayor del género: Cab Calloway, Ray Charles, James Brown y Aretha Franklin, entre otros.
Este film es una pieza testimonial: muchos de los artistas que aparecen en él, hasta ese momento permanecían en el olvido.
El film Crossroads aborda la figura arquetípica del pacto con el demonio a cambio de un don; bajo la forma de una aventura iniciática para adolescentes, nos muestra a un joven guitarrista tras los pasos de un alter ego de Robert Johnson, (el mítico artista que -según cuenta la leyenda-, realizó ese famoso pacto en un cruce de caminos). La banda sonora pertenece a Ray Cooder.
Otras perlas por descubrir
Ray Charles fue uno de los artistas de Blues que mayor relación tuvo con la gran pantalla. Actuando tuvo una aparición en Swingin’ Along (1961); pero es en la británica Ballad in Blue de Paul Henreid (1964) donde es protagonista absoluto, en una ficción que lo muestra en gira por el Reino Unido, mientras se desarrolla una trama emotiva apta para todo público.
Posteriormente grabó el tema central de The Cincinnati Kid (1965), que contó también con la actuación de Cab Calloway.
En 1967, grabó el tema principal de In the Heat of the Night (Al Calor de la Noche) junto a su gran amigo Quincy Jones, quien compuso el tema, además del resto de la banda sonora. Se trata de un policial atravesado por la problemática del racismo en los estados del Sur de los Estados Unidos. Es un momento en la historia de ese país donde la perspectiva de la lucha antirracista acapara el espacio público y cosecha el compromiso de los artistas; esto también está muy bien retratado en el film biográfico sobre Ray Charles (Ray, 2004).
El Blues, sus ciudades, sus leyendas, sus climas y su bagaje cultural han sido fuente de inspiración para muchas películas, en los que aparecen de forma subyacente, no necesariamente a través del papel protagónico de un artista.
Es el caso de producciones como Midnight in the Garden of Good and Evil (Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal) de Clint Eastwood (1997). Una trama policial ambientada en la ciudad más antigua del estado de Georgia: Savannah -sitio natal de Johnny Mercer-, uno de los compositores más celebres del estilo; el nudo del film sucede en la famosa “Casa Mercer”, suenan algunas de sus composiciones, y todo el clima de esta obra está teñido de su influencia.
De manera similar, el clima bluesie impera en Angel Heart (Corazón Satánico) de Alan Parker (1987). Una producción ambientada en Nueva Orleans, con todas sus leyendas, sus misteriosos ritos Vudú y el sonido de los más sugestivos temas, entre los que se destacan los del célebre pianista de esa ciudad: Mac Rebennack, más conocido como Dr. John.
Algo más osado sucede en O Brother, Where Art Thou? (Dónde estás, Hermano?) de Joel y Ethan Coen (2000). En esta fabulosa comedia, los Coen plantean una versión del poema épico griego La Odisea. En este caso, la escena homérica está ubicada en una de las “patrias” del Blues: la zona del Delta del Mississippi, durante la Gran Depresión. Aquí también aparece un personaje inspirado en Robert Johnson, que dice regresar de negociar con el demonio. Este papel lo interpreta Chris Thomas King, músico que contribuyó con la banda sonora, y grabando sus propias intervenciones.
Es muy conocida la pasión por la música del director, guionista y productor Martin Scorsese. Fue uno de los editores del film Woodstock (1969), que documenta el mítico festival que congregó a medio millón de personas hastiadas de la guerra de Vietnam. Entre los artistas que desfilaron durante esos días estuvo el grupo canadiense que acompañaba a Bob Dylan, The Band, que tuvo una gran carrera autónoma; tal es así, que Scorsese registró su último concierto en su película The Last Waltz (El último vals, 1978). Es una excelente oportunidad para ver a grandes del Blues como artistas invitados: Muddy Waters junto a Pinetop Perkins en el piano, y un genial Dr. John, entre otros.
En 2003, Scorsese convocó a otros seis colegas para crear una serie de 7 películas (documentales y de ficción), que abarcaran distintos aspectos del género. The Blues, a Musical Journey, es el título que contiene las siguientes películas: Feel Like Going Home (del propio Martin Scorsese), The Soul of a Man (de Wim Wenders), The Road to Memphis (de Richard Pearce), Warming by the Devil’s Fire (de Charles Burnett), Godfathers and Sons (de Marc Levin), Red, White & Blues (de Mike Figgis) y Piano Blues (de Clint Eastwood).
La ciudad de Memphis, que se mece a orillas del Mississippi, es la cuna de muchas leyendas del Blues; allí nacieron Aretha Franklin, Carla Thomas, James Carr, Anita Ward e Isaac Hayes. Además vivieron B. B. King y Johnny Cash, y por si fuera poco, vivió el artista bisagra entre la magia de la música negra y la intolerancia de la América blanca: Elvis Presley.
La leyenda de la ciudad y la iconografía del Rey del Rock and Roll es lo que toma Jim Jarmusch para construir esta hermosa obra de arte: Mystery Train (1989). El tren que transportaba a Elvis desde las grandes urbes a su querido Memphis, más la música y los artistas de Blues, son la omnipresencia en las 3 pequeñas historias que forman esta película. En distintos roles, mezclados entre los actores, aparecen los bluesmen Screamin’ Jay Hawkins, Rufus Thomas y hasta un abogado, prestigioso defensor de los derechos civiles de la comunidad afroamericana, D’Army Bailey.
Quedaron muchos títulos excluidos de esta breve reseña, aún hay mucho más Blues por descubrir, dentro y fuera de las pantallas.
Ray Charles, What I Say de Ballad In Blue
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